Marta Troncoso Schneider
“No soy de aquí, ni soy de allá”, es la expresión que resume mi vida. Me explico: soy hija de padre chileno, de origen muy humilde, a su vez hijo de madre lavandera y padre ensoñador que recorría los campos predicando la igualdad de clases.
Mi padre, guiado por una buena estrella, descubrió la magia de la lectura y el poder del conocimiento a través de ella. Así logró sacudirse en parte, la pobreza material y la espiritual.
Mi madre, por otro lado, es una alemana valdiviana de quinta generación en Chile, sin mezcla, hija de una madre dedicada a los deberes hogareños con el rigor y pulcritud correspondientes a su época y sometida a las costumbres prusianas de su marido (mi abuelo). Cuenta la historia que mi madre aterrizó, cual pájaro recién emplumando, en las coordenadas de mi padre en la gran ciudad de Santiago. Nací en la maternidad del Hospital Salvador, bajo el signo maya de Águila Lunar, rubiecita de ojos claros. Por lo tanto, no era ni bien Troncoso ni bien Schneider. Igual que Harry Potter, sólo que no soy maga.
Estoy en paz, sin deuda que cobrar o pagar, caminando más lento, mirando y escuchando con mayor detenimiento. Quizás algún día seré maga…
¿Qué te evoca la frase, Circulo Sagrado de Mujeres?
Mujeres que danzan con lobos.
¿Qué te significa ser mujer?
Vivir en el medio de mí Ser, al mismo tiempo en conexión con todo.
¿Qué es lo sagrado en ti?
Todo.
¿Qué aprendiste acerca de tu forma habitual de mirar la vida?
Sentir gratitud por los talentos que he recibido y también por las bendiciones de la vida. Aligerar las cargas, la risa fácil, y sobretodo practicar la amabilidad y el agradecimiento.
¿Cómo convocas tu poder interior?
Surge como delicado arroyo, o como río torrentoso, dependiendo de qué lo despierte. Fluye a través de la reflexión.
¿Qué experiencias de tu vida han sido decidoras para ti y dignas de un ritual?
Viví con rituales apoyadores entre los 40 y 50 años. Ya no los practico. Experiencia decidora: acompañar a un ser humano a abandonar esta vida.
Estamos llenas de recursos poderosísimos a los que no prestamos atención ¿A qué de debes prestar atención hoy en tu vida?
A mi salud.
¿Cuáles son las actividades que más te cautivan actualmente?
Continuar estudiando y enseñando acerca de la cultura maya y sus oráculos. Escribir y atender mi huerto.
¿En qué áreas te sientes especialmente conectada con la realización personal?
En la escritura y en la enseñanza.
¿Qué es lo que hoy las mujeres no debemos olvidar?
Que somos mujeres, y como tales, nuestro rol fundamental es conservar la vida: la propia, la de los nuestros, la de la especie, y hoy más que nunca, la del planeta.
Nos podrías regalar un mensaje al Círculo Sagrado de Mujeres…
Sin dejar de ser círculo, transformarse en media luna, para de esta forma dar y recibir en otros ámbitos, conectarse con otros tejidos, y armar un gran telar de pura y buena energía.
Marta Troncoso Schneider
Mail: troncoso_marta@yahoo.com
Mi padre, guiado por una buena estrella, descubrió la magia de la lectura y el poder del conocimiento a través de ella. Así logró sacudirse en parte, la pobreza material y la espiritual.
Mi madre, por otro lado, es una alemana valdiviana de quinta generación en Chile, sin mezcla, hija de una madre dedicada a los deberes hogareños con el rigor y pulcritud correspondientes a su época y sometida a las costumbres prusianas de su marido (mi abuelo). Cuenta la historia que mi madre aterrizó, cual pájaro recién emplumando, en las coordenadas de mi padre en la gran ciudad de Santiago. Nací en la maternidad del Hospital Salvador, bajo el signo maya de Águila Lunar, rubiecita de ojos claros. Por lo tanto, no era ni bien Troncoso ni bien Schneider. Igual que Harry Potter, sólo que no soy maga.
Estoy en paz, sin deuda que cobrar o pagar, caminando más lento, mirando y escuchando con mayor detenimiento. Quizás algún día seré maga…
¿Qué te evoca la frase, Circulo Sagrado de Mujeres?
Mujeres que danzan con lobos.
¿Qué te significa ser mujer?
Vivir en el medio de mí Ser, al mismo tiempo en conexión con todo.
¿Qué es lo sagrado en ti?
Todo.
¿Qué aprendiste acerca de tu forma habitual de mirar la vida?
Sentir gratitud por los talentos que he recibido y también por las bendiciones de la vida. Aligerar las cargas, la risa fácil, y sobretodo practicar la amabilidad y el agradecimiento.
¿Cómo convocas tu poder interior?
Surge como delicado arroyo, o como río torrentoso, dependiendo de qué lo despierte. Fluye a través de la reflexión.
¿Qué experiencias de tu vida han sido decidoras para ti y dignas de un ritual?
Viví con rituales apoyadores entre los 40 y 50 años. Ya no los practico. Experiencia decidora: acompañar a un ser humano a abandonar esta vida.
Estamos llenas de recursos poderosísimos a los que no prestamos atención ¿A qué de debes prestar atención hoy en tu vida?
A mi salud.
¿Cuáles son las actividades que más te cautivan actualmente?
Continuar estudiando y enseñando acerca de la cultura maya y sus oráculos. Escribir y atender mi huerto.
¿En qué áreas te sientes especialmente conectada con la realización personal?
En la escritura y en la enseñanza.
¿Qué es lo que hoy las mujeres no debemos olvidar?
Que somos mujeres, y como tales, nuestro rol fundamental es conservar la vida: la propia, la de los nuestros, la de la especie, y hoy más que nunca, la del planeta.
Nos podrías regalar un mensaje al Círculo Sagrado de Mujeres…
Sin dejar de ser círculo, transformarse en media luna, para de esta forma dar y recibir en otros ámbitos, conectarse con otros tejidos, y armar un gran telar de pura y buena energía.
Marta Troncoso Schneider
Mail: troncoso_marta@yahoo.com